jueves, 24 de noviembre de 2011

Lic. Gerardo Gutiérrez Candiani

La competencia china

21 - Noviembre - 2011


El próximo 11 de diciembre vence el Acuerdo Comercial de Transición en materia de Cuotas Compensatorias que México firmó con la República Popular China en el 2008, el cual amparaba 204 fracciones arancelarias, que comprenden mercancías de sectores como el textil, del vestido, calzado y juguetes. Con ello, las importaciones chinas en estos rubros podrán entrar al mercado mexicano sin tener que pagar una tasa adicional sobre el valor en aduana.

A partir del 12 de diciembre, 14 sectores industriales enfrentarán una competencia aún mayor de fabricantes chinos.

El acuerdo se hizo para que nuestra industria tuviera más tiempo para prepararse, lo cual se ha venido haciendo en los últimos 10 años, dentro del marco de lo posible. El Gobierno Federal ha mantenido un diálogo constante con los sectores involucrados y los organismos empresariales.

Se contempla un posible aumento del arancel general de importación, considerando el límite establecido por la OMC, además de otros tipos de medidas precautorias y de regulación o restricción, como es el caso de las salvaguardias. Se nos ha asegurado que habrá protección a sectores sensibles ante evidencias de prácticas comerciales desleales, y que se actuará con decisión y firmeza, es un compromiso que esperamos se cumpla.

Los empresarios tenemos que estar atentos y unidos; competir limpiamente, con productividad y calidad, exigiendo lo mismo de nuestros competidores y que nuestras autoridades se aseguren de ello: que haya equidad real y cumplimiento de la ley.

Coparmex siempre ha sido un promotor de la libre competencia nacional e internacional. Además, afirmamos que los acuerdos internacionales tienen que cumplirse. Es nuestra palabra como nación lo que está de por medio.

Sin embargo, tenemos que garantizar que nuestras contrapartes hagan lo propio y hacer todo lo que sea necesario, en las empresas y en la parte que le toca a nuestros gobernantes y legisladores, para que podamos competir sin desventaja; para que la competencia abierta sea un factor de desarrollo, y no de pérdida de empresas y de empleos.

Desde hace algunos meses, se anunció un mecanismo denominado "precio de alerta", que operará en las aduanas para detectar subvaluaciones en las importaciones. Las autoridades nos han pedido que actuemos coordinadamente con ellas, para que recabemos información y, en su caso, integremos los expedientes de afectación y las denuncias correspondientes.

Tomémosle la palabra a las autoridades, con proactividad. La clave es anticiparse. Coparmex está comprometida a coadyuvar en este sentido. Ninguno de nuestros socios estará solo. Estamos a sus órdenes, a través de nuestra red de 65 centros empresariales, para canalizar sus inquietudes a las instancias pertinentes.

Esa es la función primordial de Coparmex: defender los legítimos intereses de nuestros socios y las empresas de México, impulsando la prosperidad de todos los mexicanos.

Bajo este mismo principio, pedimos medidas efectivas para combatir el contrabando y la proliferación de productos pirata, que cada vez dañan más a nuestra economía. Se estima que las marcas falsas que ingresan a México implican pérdidas de hasta 40% de las ventas de los productores originales, que invierten en innovación y desarrollo, generan empleos formales y pagan impuestos.

Se necesita un mayor compromiso del SAT y nuestras aduanas y un esquema eficaz para detectar prácticas de dumping. Hay que consolidar una supervisión adecuada de los importadores, apegada a derecho y que no perjudique a quienes operan con honestidad y competitividad. Ellos son empresarios, que generan empleo y riqueza para el país.

Coparmex no dejará de insistir en que se haga efectivo el lema de "Una sola economía, todos dentro de la ley", nacionales y extranjeros.

Como señalamos la semana pasada, nuestro Gobierno debe aprovechar la oportunidad de asumir un liderazgo que impulse cambios en la economía internacional, en el marco de su papel como coordinador del G20. Hay que promover un comercio internacional creciente y justo, lo que implica destrabar las negociaciones de la ronda de Doha y lograr compromisos para erradicar prácticas de subvaluación del tipo de cambio y subsidios inequitativos, como los que usan China y otras naciones.

Muchos productos chinos llegan a México con precios muy por abajo porque eluden el pago de obligaciones arancelarias, pero también por una calidad inferior, porque en el proceso de su fabricación no necesariamente se respetan derechos laborales o debido a que provienen de su economía informal, que es la más grande del mundo.

Es fundamental trabajar sobre las desventajas comparativas de la economía mexicana, que están más allá de lo que nuestras empresas pueden hacer individualmente para ser más competitivas.

Competimos en desventaja porque tenemos una legislación laboral desconectada de la realidad actual;  porque pasan los años y no se hace una reforma hacendaria de fondo; por escases de financiamiento y porque pagamos más por muchos insumos y servicios; porque no hemos dado los pasos necesarios para que la educación garantice un desarrollo sólido y de largo plazo, como si lo están haciendo los chinos.

La competitividad es el mejor blindaje posible. No sólo contra los productos chinos que llegan a México masivamente, sino también para que nosotros le vendamos más a China, con quien tenemos un déficit de balanza comercial que ya supera los 33 mil millones de dólares anuales.

Es necesario demandar una mayor reciprocidad por parte de China, para que no se frene a nuestros exportadores con barreras no arancelarias. Esto va en línea con la necesidad de diversificar nuestras exportaciones, ante la desaceleración que se presenta en los principales destinos comerciales que tenemos.

Contamos con 12 tratados comerciales que nos dan acceso preferencial a 44 países, y no se han aprovechado lo suficiente; la oportunidad de llevar a un nivel superior la integración productiva y estratégica del TLCAN, que los países miembros necesitamos. El costo laboral y de la subvaluación monetaria en China siguen incrementándose, mientras la ventaja logística de nuestro país sube de valor. De cualquier modo, siguen haciendo falta las reformas estructurales.

La competencia china, que se agudizará a partir del 12 de diciembre, debe ser un acicate para asumir los retos del presente y el futuro con responsabilidad, como actores proactivos en el escenario internacional, y no como espectadores pasivos. Esta es la postura de Coparmex y la que todos debemos pedir a gobernantes, legisladores y candidatos a puestos de elección popular.

Defendamos nuestras empresas y los empleos de los mexicanos, exigiendo reciprocidad y comercio leal; evitando los productos de la piratería y el contrabando; siendo cada vez más competitivos y comprando los productos de calidad que se hacen en México.

Un saludo afectuoso.

jueves, 17 de noviembre de 2011

FESTIVAL INTERNACIONAL DE MUSICA

PAAX FEST
chiapas 2011

Conciertos
Teatro de la Ciudad "Emilio Rabasa"

Asamble de Percusiones de la Unicach
19 de noviembre del 2011 20:00 horas

Camerata y coro de la Unicach

22 de noviembre del 2011 20:00 horas

Orquesta y Coro Esperanza Azteca Chiapas

27 de noviembre del 2011 12:00 horas


 
Recital de Piano: Leonardo del Castillo y artistas invitados

27 de noviembre del 2011 20:00 horas


Recital de Piano: Katia Michel

28 de noviembre del 2011 20:00 horas


Berlin Counterpoint: Descubriendo sus Origenes

01 de diciembre del 2011 20:00 horas



Concierto de Clausura: Musica de Camara para Alimentos, Cuerdas y Pianos

04 de diciembre del 2010 12:00 horas

1er.. FORO INTERNACIONAL TECNOTURISTICO ECOLOGICO

CONVIERTE TU FACEBOOK EN HERRAMIENTA DE NEGOCIO

LAS 5 CLAVES DEL MERCHANDISING

viernes, 11 de noviembre de 2011

Pone en marcha Coparmex programa de "apadrinamiento" para jóvenes emprendedores

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas /  9 de noviembre de 2011.- El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Javier Alejandro Utrilla Parrilla, anunció este miércoles un programa de "apadrinamiento" a jóvenes emprendedores para asesorarlos y puedan sacar adelante sus proyectos.
Explicó que el programa "Haz Marca" busca brindar un servicio integral de capacitación y asesoría por parte de  especialistas en negocios, para garantizar que serán empresarios exitosos.
Utrilla Parrilla indicó que desde un inicio se les proporciona a los jóvenes el acompañamiento necesario, para determinar si el negocio o marca que están interesados en impulsar es viable o no.

"Al inicio vamos a ver el diagnostico de la empresa que tan avanzada está la idea o el producto y a partir de eso de manera individual vamos a ir apoyandolos"
Destacó que con este programa la Coparmex busca impulsar los negocios con valor y contribuir con ello al desarrollo regional, a través de una plataforma que se llama BP-Coach, que consiste en tres fases: el Plan de Marca, Plan de Acción y un Plan Estratégico.
Indicó que el costo de inscripción a este programa es de 3 mil 150 pesos, lo que es relativamente económico considerando que los jóvenes serán asesorados por verdaderos especialistas en la creación de negocios.
Señal Coparmex 101
 Lic. Gerardo Gutiérrez Candiani
07 - Noviembre - 2011

Los presidentes de los países que conforman el G20, incluyendo México, se reunieron la semana pasada en Francia, en un clima de alta volatilidad en los mercados financieros, como ha sido la tónica reciente y que desafortunadamente continuará, al menos en lo que resta de este año y los primeros meses del 2012.

El riesgo de una nueva fase de contracción económica global o un largo periodo de crecimiento débil sigue latente. De hecho, Europa ya está al borde de la recesión.

El presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, anunció el último paquete de medidas logrado por los líderes de la región como "un acuerdo para salvar la estabilidad del mundo". Sin embargo, muy pronto se pusieron en evidencia sus limitaciones y cabos sueltos.

Tras 14 cumbres de la Eurozona en menos de dos años, no se ha logrado superar el escepticismo en los mercados y su capacidad para apostar en contra de las decisiones de los gobiernos.

El acuerdo europeo ayudó a que Italia, con una deuda del 120% de su PIB, colocara casi 3 mil millones de euros en bonos a 10 años, pero tuvo que hacerlo a una tasa superior al 6%, un nivel no visto desde la creación del euro y más del triple del que pagan los bonos estadounidenses a mismo plazo.

El acuerdo está lejos de ser una solución definitiva: un blindaje efectivo ante eventuales salidas de capitales de las deudas soberanas de países con mucho mayor peso que Grecia, en particular Italia o España. Es la única manera de que mejoren los balances de los bancos y se restablezca el flujo crediticio

La crisis provocada por la intención del gobierno griego de llevar a referéndum su paquete de salvamento fue superada, pero también mostró las debilidades del acuerdo europeo. Con éste, Grecia podría bajar su deuda de 160 a 120 por ciento de su PIB en una década, pero cediendo autonomía fiscal y a riesgo de un crecimiento muy por debajo de sus necesidades.

Resolver el desequilibrio fiscal es imperativo, pero implica riesgos sociales y, por ello retos políticos mayúsculos. Sobre todo, hay que evitar que el ajuste no recrudezca la falta de crecimiento y el desempleo. Lo mismo aplica para Grecia, que en Italia o Estados Unidos.

No hay soluciones sencillas ni libres de margen de error, pero es evidente que éste no es un problema pasajero, ni coyuntural, ni sólo de los países desarrollados. En el trasfondo, hay distorsiones que al menos vienen desde los años 90; que se han atendido con paliativos, más que con remedios de fondo. Tienen que ver con cambios demográficos, tecnológicos y geopolíticos profundos.

Más que una época de cambios, se perfilan los síntomas de un cambio de época. Para enfrentar con eficacia un problema como éste, es fundamental reconocer su profundidad e implicaciones. México está obligado a hacerlo.

En primer lugar, porque nuestro país recibe de Francia la estafeta para liderar al G20 hasta su próxima cumbre, en Los Cabos, en junio del 2012. El desafío es pasar de la retórica a la cooperación internacional efectiva, con compromisos, acciones de corto plazo que generen confianza y respuestas estructurales a las nuevas realidades y retos globales.

México tiene credenciales para asumir un rol importante: posee estabilidad macroeconómica, con finanzas públicas equilibradas, y compite limpiamente en el comercio internacional, sin manipulaciones de su tipo de cambio y otras prácticas desleales. Además, tenemos una experiencia en el manejo de crisis y regulación financiera eficaz, como la que se adoptó tras nuestra crisis de 1994.

Sin embargo, no es suficiente: se requiere de audacia, como lo expresó el presidente Calderón en Cannes. En gran parte, la incertidumbre que hay en el mundo, se debe a una falta de liderazgo político. Los mercados financieros, al igual que la población, están a la espera de señales sólidas de que hay capacidad de acuerdos y control.

La Cumbre de Cannes concluyó, como las anteriores, con propuestas importantes y el señalamiento de que se hará todo lo necesario para resolver los grandes problemas globales y restaurar la confianza. Sin embargo, siguen pendientes los compromisos efectivos y las transformaciones correspondientes. Este será el gran reto de México, como cabeza del G20, si realmente queremos hacer la diferencia.

Impulsar una agenda global para detonar el crecimiento y enfrentar la posibilidad de un largo periodo de estancamiento, es una prioridad que no se ha atendido, ante la contingencia de los problemas financieros. Reactivar el mercado interno y la creación de empleos en cada país es fundamental.

Se requiere de un nuevo sistema monetario internacional, y compromisos claros para evitar una guerra de devaluaciones competitivas, que podría detonarse con las acciones que siguen realizando muchos países.

Es preciso consolidar el nuevo sistema regulatorio acordado en Basilea. En particular, lo referente a los niveles de reservas de los bancos y actualización y transparencia de sus balances contables, sin caer en el extremo de la sobrerregulación.

Se requiere desentrampar las negociaciones de la Ronda de Doha, y así crear un sistema global de comercio justo y acorde a la nueva realidad mundial. México puede estar a la altura de este reto. Resulta fundamental evitar los proteccionismos, que sólo retrasarían la recuperación del crecimiento.

Cada vez es más urgente avanzar en la agenda contra el cambio climático; dejar de verla como un tema del futuro. El problema ya lo estamos viviendo. Con la misma visión, hay que impulsar cambios de fondo en los sistemas de seguridad social y en materia migratoria, para atenuar los desequilibrios demográficos en el mundo, y convertirlos en oportunidades para todos.

Temas como el crimen organizado transnacional y la seguridad alimentaria deben estar incluidos y discutirse a profundidad, en la agenda que impulse nuestro país a través del G20.

Como hemos venido señalando en Coparmex, hay que escuchar la expresión ciudadana de inconformidad manifiesta en movimientos como el de los Indignados. Que no se menosprecie su llamado a una economía de mercado con responsabilidad social y rendición de cuentas, que genere oportunidades para todos.

El reto es formidable. El 2012 se presenta, desde ahora, como un año extremadamente complicado, con cambios de gobierno en Estados Unidos, China, Francia, Rusia y México, entre otros países; asimismo, vencimientos de deuda que podrían producir un alza en las tasas de interés en los Estados Unidos.

Asumamos el desafío. México puede y debe propiciar la responsabilidad, visión y liderazgo que hacen falta. Para ello, tenemos que predicar con el ejemplo.

Si pedimos reformas de fondo a nivel internacional, consecuentemente tenemos que hacer las que urgen en nuestro país: educativa, laboral, fiscal, energética, política, asociaciones público privadas y banca de desarrollo, entre otras.

Este es el blindaje indispensable que necesitamos ante la turbulencia económica en el mundo. No vemos, hasta ahora, esta determinación en el sector político, ni en los precandidatos para las elecciones del 1º de julio del 2012.

Se necesita mucho más que buenos propósitos para que en México y en el mundo, el descontento se transforme en esperanza, con un rumbo fijo que genere certidumbre.

Sobre estas bases, Coparmex participó activamente en la cumbre de Cannes, con una delegación en la reunión del B20 o Grupo de Negocios del G20, y trabaja intensamente en el comité organizador de la Cumbre de Los Cabos.

Con la misma resolución seguiremos impulsando los cambios que requiere México para que superemos esta fase de estancamiento estabilizador, que ya se prolongó demasiado.

Hagamos del 2012 el inicio de una nueva era para México, con liderazgo internacional y prosperidad para nuestra gente. Que los retos sean un acicate para crecer como nación.