martes, 22 de mayo de 2012


Señal Coparmex 127 – Lic. Alberto Espinosa Desigaud

El rumbo de la economía para los próximos años

22 - Mayo - 2012



Los candidatos a la Presidencia de la República han agotado más de la mitad de sus campañas electorales, sin que existan propuestas claras sobre el rumbo de la economía para los próximos años. No podemos darnos el lujo de seguir manteniendo un crecimiento inercial como el observado en las últimas dos décadas, de 2.8% en promedio, muy lejos de nuestro potencial.



Coparmex tiene coincidencias con los planteamientos generales  de los cuatro candidatos, que proponen  preservar la estabilidad macroeconómica y conjuntar recursos públicos y privados para alcanzar un crecimiento acorde a nuestro potencial,  de 6% anual, que permitiría crear el millón de empleos que necesitamos anualmente.



El candidato o candidata que sea favorecido por el voto de los mexicanos, debe comprometerse a mantener la salud de las finanzas públicas, respetar la autonomía del Banco de México, mantener un endeudamiento controlado a nivel federal y en los estados, fortalecer el mercado interno y fomentar un mayor crédito al sector productivo.



Debe considerarse la urgencia de hacerlo, ante los riesgos geopolíticos que enfrentaremos en 2012 y 2013. Debemos estar preparados para los posibles desajustes económicos y financieros internacionales, principalmente en la Unión Europea. Necesitamos fortalecer nuestro sector externo, abrirnos a nuevas inversiones y acelerar la aprobación de las reformas estructurales.



Como Nación, debemos dar un gran  impulso  a la competitividad y a la competencia, tomando acciones de corto y largo plazo para elevar la inversión pública y privada. Es el mejor camino para transformar el entorno, multiplicar las empresas y generar más empleos de calidad; sin reformas profundas, seguiremos estancados.



Dos candidatos están evadiendo el tema de la reforma laboral que tanta falta le hace a México. Entre 1995 y 2011 acumulamos un rezago de más de 8 millones de plazas; la tasa de desempleo es del 5.2%; entre los jóvenes es más elevada  y alcanza el 9.6 por ciento. Aproximadamente 13.7 millones de mexicanos trabajan en la informalidad.



Se requiere crear un marco jurídico que responda a las expectativas y necesidades del empleo en todos los sectores, con salarios bien remunerados dentro de la economía formal, ampliando las posibilidades de contratación por temporada o periodos de prueba, abriendo oportunidades a las mujeres y jóvenes que hoy trabajan en condiciones precarias.



No podemos seguir dependiendo de los ingresos petroleros, ni continuar entre los países con menor recaudación, inferior al 17% del PIB, por debajo de países como Argentina y Brasil. Necesitamos una reforma hacendaria; los candidatos han expresado coincidencias con la propuesta de Coparmex, que contempla un impuesto único, deducibilidad de inversiones, eliminando el esquema de doble tributación en ISR.



Necesitamos ampliar la base de contribuyentes –todos dentro de la ley--, aumentar la recaudación, brindar certeza jurídica, simplificar el cálculo y el pago de impuestos y estimular la inversión productiva.

Necesitamos un nuevo enfoque presupuestario, con visión de largo plazo.



Estamos de acuerdo con la propuestas de bajar la carga fiscal a Pemex, pero ello requiere de una reforma fiscal, de lo contrario sería insostenible.



Es positiva la propuesta de colocar un porcentaje accionario de Pemex en la Bolsa de Valores y permitir la inversión privada en exploración y producción petrolera; esto requiere un acuerdo nacional para lograr la reforma del Artículo 27 Constitucional y sus leyes reglamentarias. El Estado seguirá manteniendo el control y la propiedad pública, elevando la rentabilidad y manejándose con transparencia.



 Debemos actualizar nuestra industria petrolera, ahora que las  reservas de crudo están disminuyendo y los competidores globales se están moviendo hacia la exploración en aguas profundas, que requiere inversiones de miles de millones de dólares.



A la par de las reformas estructurales, necesitamos fortalecer la banca de desarrollo, para  coadyuvar al financiamiento de sectores estratégicos, como el agropecuario, dando un impulso decidido al campo.



La competencia es un factor decisivo para el crecimiento económico. Debemos impulsarla, mediante el reforzamiento de la Ley, otorgando mayores atribuciones a la Cofeco y eliminando barreras de entrada en sectores con alta concentración.



El crecimiento de nuestro país puede pueden verse comprometido por un inadecuado manejo de los recursos de algunos gobiernos estatales. Pedimos a todos los candidatos que nos expliquen claramente qué harán ante esta tendencia y qué estrategia instrumentarán para evitar el sobreendeudamiento.



En Coparmex proponemos crear candados, estableciendo topes con respecto del PIB de cada estado, para evitar el endeudamiento de los gobernadores que heredan compromisos a sus sucesores y, sobre todo, ponen en riesgo la viabilidad financiera de sus estados.   



Se requieren acuerdos en beneficio del país, para fortalecer nuestra economía y convertirnos en una economía líder en América Latina, con mayor equidad, una clase media en ascenso y disminuyendo los niveles de pobreza.



Coparmex hace un llamado a los candidatos presidenciales de todos los partidos a conformar una agenda mínima que contenga las reformas, hacendaria, laboral y energética, para ser discutidas y analizadas en el Congreso al inicio de la 62 Legislatura; desde luego, la reforma más importante es la política; sin ésta será difícil concretar las otras reformas con la profundidad referida.



Esperamos propuestas y acciones concretas para reactivar nuestra economía en el próximo sexenio. No podemos quedarnos atrás: sigamos impulsando el crecimiento y el progreso de nuestro querido México.



Un saldo afectuoso para todos


miércoles, 16 de mayo de 2012

Señal Coparmex 126 – Lic. Alberto Espinosa Desigaud

18 años de México en la OCDE
15 - Mayo - 2012

Esta semana, México cumple 18 años como miembro de la OCDE. Nuestro ingreso a ese organismo ha sido un paso trascendente en la historia de nuestro país; pertenecer a este bloque nos debe motivar a dejar de ser una economía emergente, consolidando nuestro camino hacia el primer mundo.

Interactuar con las economías más desarrolladas nos ha hecho cambiar nuestra visión de país; hoy estamos acostumbrados a someternos a evaluaciones rigurosas y a compararnos con las naciones más desarrollados, con mayor seriedad.

Hemos logrado mejores políticas públicas en materia de salud, regulación, política comercial y competencia. Ámbitos en los que el Congreso, el gobierno, los empresarios y la sociedad civil, nos hemos puesto de acuerdo para incorporar algunas de las mejores prácticas internacionales, en la búsqueda de soluciones a nuestros problemas.

En estos tres sexenios de membresía de la OCDE nos hemos convertido en una economía de mercado moderna, con finanzas públicas sanas, estabilidad macroeconómica, inflación controlada y un buen ambiente para los negocios, que nos hace atractivos para la inversión nacional y extranjera.

La Ley de Competencia Económica, una de las más importantes aprobadas por la 61 Legislatura del Congreso, contiene recomendaciones que este organismo le había hecho a México desde hace muchos años para mejorar en este aspecto.

Sin embargo, nos falta mucho por avanzar; la OCDE recientemente nos ha señalado áreas de oportunidad en las que estamos obligados a implementar cambios de fondo: educación, subsidios generalizados; sistema hacendario y el marco jurídico del mercado laboral.

En educación, necesitamos un cambio de paradigma, reorientar esfuerzos, programas y presupuesto público para mejorar la calidad de nuestro sistema en todos los niveles, midiendo los avances con parámetros internacionales.

Es fundamental revisar a fondo la aplicación de subsidios generalizados. Tan sólo en energía, cuestan aproximadamente 1.5% del PIB. En el caso de la gasolina, el beneficio a un sector importante de la población, no compensa el impacto colateral en términos ecológicos y de desarrollo.

Otro punto crítico es la debilidad de nuestros ingresos fiscales, con la más baja recaudación como porcentaje del PIB entre los países miembros. En su más reciente estudio sobre México, reconoce que el gobierno mexicano ha realizado esfuerzos significativos para poner fin a las lagunas tributarias durante los últimos años e incrementar la capacidad recaudatoria, destacando la introducción del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) en 2008.

El organismo subraya que desde su aplicación, los ingresos provenientes del IETU se incrementaron a cerca de 197 mil millones de pesos, lo que representa una sexta parte de los ingresos por el Impuesto sobre la Renta (ISR).

El organismo multilateral recomienda la eliminación de exenciones, excepciones y privilegios fiscales, esto ayudaría a ampliar la base fiscal, incrementaría los ingresos y simplificaría el sistema tributario, reduciendo así las oportunidades de evasión y elusión fiscales.

La OCDE identifica retos mayúsculos de largo plazo, como la viabilidad de nuestro sistema de salud y seguridad social, y consistentemente afirma que las reformas laboral y energética, son indispensables para la economía mexicana.

El 22 de mayo se realizarán en París la reunión ministerial y el Foro de la OCDE, en los que se analizarán los  nuevos retos para construir una economía mundial más incluyente, abatir la corrupción, enfrentar el incremento en los costos de bienes y servicios y el efecto de los recortes sociales. Se discutirá sobre el movimiento de Los Indignados de España.

Uno de los temas del Foro de la OCDE será la discusión sobre la búsqueda de un nuevo contrato social.  De acuerdo con los indicadores sociales de ese organismo multilateral, México ocupa el segundo lugar en desigualdad de ingresos y el nivel más alto de pobreza relativa.

Según los parámetros de la OCDE, uno de cada cinco mexicanos es pobre, comparado con sólo uno de cada diez en promedio del resto de los países miembro, y casi a la mitad de los mexicanos les resulta difícil o muy difícil poder vivir de sus ingresos.

En la más reciente edición del Índice para Una Vida Mejor, estamos muy por debajo de los estándares de las demás naciones evaluadas; seguimos siendo una de las naciones con más desigualdad social. En este tema el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación (Coneval), hablará en París sobre las políticas públicas que México está implementando para dejar atrás la pobreza.

La OCDE nos considera una de las grandes promesas entre las economías emergentes, con potencial para aprovechar un repunte de la actividad económica de los Estados Unidos, esperado para la última parte del año.

Este es el momento de impulsar los cambios. La OCDE volverá a entregarnos sus diagnósticos, lo que hace falta es voluntad y compromiso para hacer las reformas que urgen; tenemos muchas alternativas para potenciar nuestro crecimiento. 

Tomemos la oportunidad de hacerlo lo antes posible. No podemos seguir retrasando la aprobación de las reformas estructurales que nos ayudarán a acelerar nuestro desarrollo.

Coparmex está del lado de los millones de mexicanos dispuestos a construir la Nación segura, próspera y justa, de primer mundo, que podemos llegar a ser como miembros de la OCDE.

Un saludo afectuoso para todos