18 años de México en la OCDE
15 - Mayo - 2012
Esta
semana, México cumple 18 años como miembro de la OCDE. Nuestro ingreso a ese
organismo ha sido un paso trascendente en la historia de nuestro país; pertenecer
a este bloque nos debe motivar a dejar de ser una economía emergente,
consolidando nuestro camino hacia el primer mundo.
Interactuar
con las economías más desarrolladas nos ha hecho cambiar nuestra visión de
país; hoy estamos acostumbrados a someternos a evaluaciones rigurosas y a
compararnos con las naciones más desarrollados, con mayor seriedad.
Hemos
logrado mejores políticas públicas en materia de salud, regulación, política
comercial y competencia. Ámbitos en los que el Congreso, el gobierno, los
empresarios y la sociedad civil, nos hemos puesto de acuerdo para incorporar
algunas de las mejores prácticas internacionales, en la búsqueda de soluciones
a nuestros problemas.
En
estos tres sexenios de membresía de la OCDE nos hemos convertido en una
economía de mercado moderna, con finanzas públicas sanas, estabilidad
macroeconómica, inflación controlada y un buen ambiente para los negocios, que
nos hace atractivos para la inversión nacional y extranjera.
La
Ley de Competencia Económica, una de las más importantes aprobadas por la 61
Legislatura del Congreso, contiene recomendaciones que este organismo le había
hecho a México desde hace muchos años para mejorar en este aspecto.
Sin
embargo, nos falta mucho por avanzar; la OCDE recientemente nos ha señalado
áreas de oportunidad en las que estamos obligados a implementar cambios de
fondo: educación, subsidios generalizados; sistema hacendario y el marco
jurídico del mercado laboral.
En
educación, necesitamos un cambio de paradigma, reorientar esfuerzos, programas
y presupuesto público para mejorar la calidad de nuestro sistema en todos los
niveles, midiendo los avances con parámetros internacionales.
Es
fundamental revisar a fondo la aplicación de subsidios generalizados. Tan sólo
en energía, cuestan aproximadamente 1.5% del PIB. En el caso de la gasolina, el
beneficio a un sector importante de la población, no compensa el impacto
colateral en términos ecológicos y de desarrollo.
Otro
punto crítico es la debilidad de nuestros ingresos fiscales, con la más baja
recaudación como porcentaje del PIB entre los países miembros. En su más
reciente estudio sobre México, reconoce que el gobierno mexicano ha realizado
esfuerzos significativos para poner fin a las lagunas tributarias durante los
últimos años e incrementar la capacidad recaudatoria, destacando la
introducción del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) en 2008.
El
organismo subraya que desde su aplicación, los ingresos provenientes del IETU
se incrementaron a cerca de 197 mil millones de pesos, lo que representa una
sexta parte de los ingresos por el Impuesto sobre la Renta (ISR).
El
organismo multilateral recomienda la eliminación de exenciones, excepciones y
privilegios fiscales, esto ayudaría a ampliar la base fiscal, incrementaría los
ingresos y simplificaría el sistema tributario, reduciendo así las
oportunidades de evasión y elusión fiscales.
La
OCDE identifica retos mayúsculos de largo plazo, como la viabilidad de nuestro
sistema de salud y seguridad social, y consistentemente afirma que las reformas
laboral y energética, son indispensables para la economía mexicana.
El
22 de mayo se realizarán en París la reunión ministerial y el Foro de la OCDE,
en los que se analizarán los nuevos
retos para construir una economía mundial más incluyente, abatir la corrupción,
enfrentar el incremento en los costos de bienes y servicios y el efecto de los
recortes sociales. Se discutirá sobre el movimiento de Los Indignados de
España.
Uno
de los temas del Foro de la OCDE será la discusión sobre la búsqueda de un
nuevo contrato social. De acuerdo con
los indicadores sociales de ese organismo multilateral, México ocupa el segundo
lugar en desigualdad de ingresos y el nivel más alto de pobreza relativa.
Según
los parámetros de la OCDE, uno de cada cinco mexicanos es pobre, comparado con
sólo uno de cada diez en promedio del resto de los países miembro, y casi a la
mitad de los mexicanos les resulta difícil o muy difícil poder vivir de sus
ingresos.
En
la más reciente edición del Índice para Una Vida Mejor, estamos muy por debajo
de los estándares de las demás naciones evaluadas; seguimos siendo una de las
naciones con más desigualdad social. En este tema el secretario ejecutivo del
Consejo Nacional de Evaluación (Coneval), hablará en París sobre las políticas
públicas que México está implementando para dejar atrás la pobreza.
La
OCDE nos considera una de las grandes promesas entre las economías emergentes,
con potencial para aprovechar un repunte de la actividad económica de los
Estados Unidos, esperado para la última parte del año.
Este
es el momento de impulsar los cambios. La OCDE volverá a entregarnos sus
diagnósticos, lo que hace falta es voluntad y compromiso para hacer las
reformas que urgen; tenemos muchas alternativas para potenciar nuestro crecimiento.
Tomemos
la oportunidad de hacerlo lo antes posible. No podemos seguir retrasando la
aprobación de las reformas estructurales que nos ayudarán a acelerar nuestro
desarrollo.
Coparmex
está del lado de los millones de mexicanos dispuestos a construir la Nación
segura, próspera y justa, de primer mundo, que podemos llegar a ser como
miembros de la OCDE.
Un
saludo afectuoso para todos
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