sábado, 17 de marzo de 2012

 
Señal Coparmex 117 – Lic. Alberto Espinosa Desigaud
Innovemos el Trabajo Legislativo
12 - Marzo - 2012

Estimados amigos de Coparmex:

Es un honor iniciar esta nueva etapa como presidente nacional de Coparmex, en estos momentos de profundos cambios en México y en nuestra Confederación.

Los exhorto a que sigamos trabajando juntos. Impulsando los acuerdos en beneficio de México, redoblando esfuerzos para seguir fortaleciendo a cada uno de los 65 Centros Empresariales, 14 delegaciones y tres representaciones en todo el país.

Estaré siempre en la mejor disposición de escucharlos a cada uno de ustedes y hacer todo lo que esté a mi alcance para que sigamos posicionando a Coparmex como la voz y la conciencia del sector empresarial.

Reafirmemos nuestro compromiso con la transformación de México para convertirnos en una gran Nación del Siglo XXI, con las condiciones que hagan posible la prosperidad de todos los mexicanos.

En este 2012, entre los grandes cambios de nuestra vida política, destacan las elecciones para Presidente de la República y legisladores. Esta semana comienza el registro de los candidatos ante el IFE.

Los hombres y mujeres que integran la 62 Legislatura están llamados a jugar un papel trascendental para el país: tendrán la responsabilidad de poner fin a la esterilidad de los últimos cinco periodos legislativos, en los que no se ha aprobado ninguna reforma sustancial.

Urge revertir el gran desprestigio de los representantes populares; son los peor calificados ante la opinión pública y los que menos confianza inspiran a la ciudadanía.

Nuestros 500 diputados y 128 senadores están sobrepagados y son ineficientes; en promedio, laboran 195 días al año, el menor tiempo efectivo de trabajo entre los países de América Latina, con un periodo de inactividad de más de 170 días al año. Su salario promedio de 150 mil pesos mensuales, es el más alto de la región, sólo superado por los de sus homólogos brasileños.

Sobran las discusiones y discursos en tribuna. En estas áreas, los legisladores han sido muy activos. El problema es a la hora de aterrizar y concretar. Lo que percibimos los ciudadanos es que no hay intención de lograr acuerdos o dictámenes; cuando votan, lo hacen más para bloquear iniciativas de sus rivales, que por aprobar leyes.

La falta de acuerdos en el Legislativo podría atribuirse a que ningún partido tiene la mayoría desde 1997: sin embargo otros países como Brasil han logrado reformas estructurales, aun con un Congreso en el que el partido en el poder no tenía más del 20% de la representación.

Hasta ahora no hemos visto disposición para discutir las reformas clave: política, laboral, fiscal, Ley de Seguridad Nacional, energética y banca de desarrollo, que tanto necesitamos para el país.

En esta Legislatura, en promedio se han mandado nueve iniciativas por día al archivo de San Lázaro y el Senado; en este último año se acumula un rezago de casi dos mil proyectos de ley. Únicamente tres de los 500 diputados ejercieron su voto en todas las sesiones.

Los candidatos que obtengan su registro tienen la obligación de asumir su responsabilidad y comenzar a trabajar en beneficio de México. Necesitamos legisladores  íntegros, honestos, que conozcan la realidad nacional y de sus comunidades, dispuestos a escuchar y a ponerse en los zapatos de sus representados.

Deben contribuir a crear y modernizar leyes que nos den un rumbo claro y viable, que coadyuven con el jefe del Ejecutivo a fijar grandes objetivos nacionales en lugar de obstaculizarlos. Los mexicanos necesitamos un Congreso reformador que defina el rumbo de nuestra Nación; que se comprometan a impulsar las demandas ciudadanas.

Legisladores dispuestos a superar, en el ámbito de sus competencias y facultades, todas las resistencias y obstáculos que implican una transformación estructural. Capaces de anteponer el interés de la Nación a los de grupos o partidos políticos que limitan su capacidad de incidir en pro del bien común.

Que defiendan la autonomía parlamentaria, manteniendo un trabajo estrictamente profesional sin prestarse a chantajes o presiones de quienes pretendan controlar las negociaciones para la aprobación de leyes y la consecución de acuerdos.

Su compromiso debe ir más allá de la abrumadora retórica de los tiempos electorales. 

Su responsabilidad es contribuir a acabar con los rezagos que vive el país, principalmente en la política. Les pedimos determinación y firmeza para no claudicar con su deber y las obligaciones inherentes a su cargo.

México no debe seguir tolerando y manteniendo a políticos ineficientes, corruptos o insensibles, que obstaculizan el progreso. La población está cansada de la improvisación y de una clase política parasitaria que vive a expensas de los ciudadanos.

Exijamos a los candidatos resultados tangibles. Rechacemos y denunciemos la falta de compromisos, la intolerancia y la irresponsabilidad.

Los empresarios Coparmex estaremos atentos en este proceso electoral.

Con base en nuestra vocación cívica y en cumplimiento de nuestro deber, continuaremos abiertos al diálogo propositivo, ejerciendo a plenitud la libertad de expresión, a través de nuestro Programa de Participación Cívica 2012, en todo el país.

No dejemos escapar esta gran oportunidad para dignificar  la política mexicana. Dejemos las quejas: enfoquémonos en la transformación del ámbito político, así lo haremos los miles de empresarios y trabajadores que formamos parte de la gran familia Coparmex.

Sigamos cumpliendo con nuestra responsabilidad.
Un abrazo.




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