martes, 24 de enero de 2012

Amigos de COPARMEX.

Señal Coparmex 112 – Lic. Gerardo Gutiérrez Candiani
El último año de gobierno del Presidente
23 - Enero - 2012


En nuestro país, la experiencia de sucesiones presidenciales pasadas recuerda escenarios de crisis económica, polarización política, inestabilidad e incertidumbre. En esta ocasión, tenemos todo lo necesario para que no se repita este escenario.
 Al final de cada sexenio, es inevitable que el presidente pierda gradualmente influencia e interlocución. La posibilidad de lograr cambios o acuerdos importantes se diluye, y para efectos prácticos, puede reducirse a los seis meses previos a los comicios federales.

Esto significa que nuestro Presidente y todos los mexicanos, tenemos cinco meses para aprovechar al máximo; asegurarnos que sea una etapa productiva para el país; que prepare una transición del poder ordenada y con estabilidad; que en ningún momento deje de haber conducción, coordinación y capacidad de respuesta a cualquier contingencia, de forma institucional y eficaz.

Este año  debe servir para que los mexicanos tracemos un rumbo; con claridad sobre lo que debe conservarse, mejorarse o cambiarse; para reconocer los avances que requieren continuidad, pero también de los pendientes. Debe ser una fase de diagnóstico, reflexión, propuestas y compromisos, pero también de esfuerzos y acciones concretas ante los retos que enfrentamos.

En materia económica, el Presidente y su equipo tienen la gran responsabilidad de hacer todo lo que esté en sus manos para preservar la estabilidad macro y al país en crecimiento, en medio de un entorno internacional de alta incertidumbre.

Aún no puede descartarse una nueva crisis o recesión en el exterior. Al contrario, sí es previsible que en el corto plazo se mantendrán la volatilidad y los riesgos; y en el largo plazo, un incipiente dinamismo en nuestros principales destinos de exportación.

Si logramos que este año el PIB crezca 3.5%, como esperamos, vamos a cerrar el sexenio con un crecimiento anual promedio de menos de 2%, más bajo que en las tres administraciones previas, pero con mayor fortaleza en el balance general macro.

La expectativa de inflación para este último año del sexenio es inferior a 3.7. La tasa de interés de referencia está 11% por debajo del último año del Presidente Zedillo, y es casi 3% menor que al cierre de la administración del Presidente Fox. El Presidente Calderón llega al tramo final de su gestión con reservas internacionales de más de 144 mil millones de dólares, más del doble que su antecesor, y casi cuatro veces más que en 1994.

A pesar de estar inmersos en un escenario internacional mucho más adverso y de menor crecimiento, la economía nacional está en una posición más sólida para resistir shocks internos o externos, que en los cierres de sexenio previos.

El reto inmediato es apuntalar el blindaje y, en este momento, no hay mejor forma de hacerlo que fortalecer nuestra capacidad productiva, la competitividad y un dinamismo que genere más empleos de calidad. La falta de crecimiento sigue siendo el Talón de Aquiles de la economía mexicana y la mayor asignación pendiente de la política pública en esta área.

Es preciso incentivar el mercado interno, como el motor económico más importante que tenemos disponible en esta coyuntura. El Gobierno del Presidente Calderón puede emprender una serie de acciones de efectos rápidos en este sentido, muchas de las cuales no requieren pasar por el Congreso. El paquete de propuestas que promueve Coparmex en áreas como innovación y desarrollo,  educación, sustentabilidad y simplificación fiscal, tienen esa orientación. Ya se han implementado algunas de nuestras propuestas, como el caso de vivienda, mejoras al programa de primer empleo y medidas para incentivar la economía de la frontera, entre otras. Vamos adelante con las demás.

Antes de que termine el sexenio, pueden darse los pasos decisivos para crear una Zona Económica Especial en la frontera norte. Es una demanda sentida de la región y una medida muy oportuna, ahora que la brecha de ventajas comparativas que tenían economías como la china están acortándose.

De igual forma, para lograr que la Banca de desarrollo cumpla el rol que debe tener para apoyar a las Pymes, a través de medidas como el expediente único para intermediarios no bancarios y un buró de crédito universal y positivo.

En materia política, el Presidente tiene un papel preponderante que jugar en el proceso electoral, no como líder partidista o árbitro, sino estableciendo condiciones para que los procesos se desarrollen adecuadamente, dentro de la normalidad democrática.

Esperamos, también, que el Presidente ponga en la agenda pública, su visión sobre el estado de la nación; de los retos, las oportunidades y las prioridades que dejará a su sucesor, independientemente de criterios de partido. Si lo hace con objetividad, e inclusive autocrítica, hará una aportación invaluable para enriquecer el debate nacional, como un gran estadista.

Lo mismo se requiere para el proceso de transición: sentido de Estado, transparencia y cooperación, con o sin alternancia de partido.

Estamos seguros de que el Presidente Calderón no bajará la guardia en la lucha contra la inseguridad y el crimen organizado, para proteger la integridad física y patrimonial de los ciudadanos. De hecho, esperamos un esfuerzo aún mayor para reducir la violencia y que se avance en la tarea primordial de lograr una coordinación efectiva de todos niveles y poderes de gobierno.

Uno de los mayores retos del Gobierno es convencer al mayor número de mexicanos, de que el esfuerzo inédito que emprendió, no sólo debe mantenerse, sino fortalecerse; corrigiendo donde haya áreas de oportunidad, pero sin claudicar. La estrategia puede tener ajustes; no así la decisión de hacer valer el Estado de derecho y la gobernabilidad democrática.

Exhortamos al Presidente Calderón a que haga suya la propuesta de Coparmex y otras organizaciones, para crear la oficina de un Zar Anticorrupción ciudadano, que dé cauce a la lucha contra la impunidad, que corroe a nuestra sociedad e instituciones. Este podría ser un gran legado de su gobierno.

México necesita que su Presidente se mantenga activo y propositivo. Que afiance las importantes obras de infraestructura que inició y esfuerzos como la cobertura de salud universal. Que siga impulsando las reformas estructurales que requiere el país. El esfuerzo dará frutos, ahora o en el próximo sexenio. El país necesita cambios de fondo y gente decidida a hacerlos. 

Sabemos que el Presidente Calderón está decidido a cumplir con su responsabilidad hasta el último minuto.

Los mexicanos debemos seguir insistiendo en las propuestas y exhortar al presidente
a que siga cumpliendo con su deber.

Un saludo afectuoso.
 

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